8 de abril de 2013

[Tainted love] Capítulo 01 - Clavel rojo

 Con frío~ Bueh, también... No sé de qué me quejo si ya es otoño xD
 Mi mamá haciendo la cena
 En mi cuarto :3


Ciaossu~!!
Con sólo tres programas abiertos, vamos a por el primer episodio de Tainted love. Sí que me está dando dolor de cabeza esta notebook u.u No quiero que te jubiles hija mía D:
Espero que les guste el fic *-*
Enjoy~ ♥

PD: Es imposible no hacer un fic Sousuke x Jun cuando una ve ese avatar xDDDD

Título: Tainted love.
Fandom: Johnnys.
Pairing: Oikawa Sousuke x Tsubaki Jun.
Personajes: Kaori, Oikawa Sousuke, Oki Kenji, Oki Yasuko, Tsubaki Erika, Tsubaki Jun (por ahora).
Formato: Multi-chaptered.
Género: AU, smut, violento.
Rating: NC-17.
Estado: En proceso.
Sinopsis: Momentos y sensaciones tan lejanas como presentes, tan iguales como diferentes. No importa cuánto duela, cuando se ama a alguien, no se puede olvidar y no se puede abandonar.

Notas
Para los que no lo saben, en Japón se usa mucho lo que se llama el hanakotoba, que es, en español, el lenguaje de las flores o lo que significa cada una (esto se ve en el OVA de Weiss kreuz, y en Yasuko to Kenji), y como Jun trabaja en una tienda que vende flores... Va a haber mucho de esto xD
En el lenguaje de las flores, el clavel rojo significa fascinación, distinción y amor. Aunque en la misma Wikipedia pero en otra sección encontré un significado más... completo, creo, que dice que significa un profundo y romántico amor, "mi corazón me duele por ti", "¡oh! Mi pobre corazón."



Capítulo 01: Clavel rojo

Despertó. De nuevo sus ojos miraban las finas cortinas ondeando por el viento que entraba por la ventana, calándole los huesos. A medida que sus sentidos se despertaban se dio cuenta que estaba lloviendo.
Siempre llovía cuando él despertaba de ese modo.
Intentó sentarse en el suelo de madera, pero le costó bastante. Buscó con la vista a su atacante, pero no lo halló en ese lugar. Se levantó, quejándose por el dolor agudo que le provocaba el mínimo movimiento y se acercó sigilosamente a su cuarto. A comparación suya, él estaba profundamente dormido entre aquellas sábanas, siendo acobijado por unas frazadas grises con dibujos en un tono más oscuro. ¿Por qué él siempre dormía después de lo sucedido?
Volvió en sí y giró su cuerpo en busca de su portafolio. No estaba bien irse así, sin despedirse, pero tenía miedo de despertarlo, sin saber de qué modo lo haría. Salió en silencio de allí y se dirigió a su casa. Llegó al último escalón, y miró al cielo, notando la tormenta que se había desatado. En su camino de regreso, pensó cuándo había sido la primera vez que había sucedido eso y por qué lo había permitido.
No era culpa de Sousuke. El único culpable era él mismo.

Fujii-chan era el nombre de un niño que siempre iba a la tienda de flores de los hermanos Tsubaki. Aunque, en realidad, era Erika, la hermana mayor la encargada de la misma, Jun siempre la ayudaba cuando no tenía deberes escolares.
Fujii-chan siempre compraba un ramo de flores silvestres para llevarlas a la tumba de su madre, quien había muerto de tuberculosis un crudo invierno que el pequeño no llegaba a recordar. Por ir con frecuencia al negocio, se había el ganado el cariño de los Tsubaki y de las demás personas que lo veían comprando en el lugar.
Fujii-chan siempre llegaba entre los días 3 y 5 del mes. No tenía calendario, así que no podía saber la fecha con exactitud, pero él estaba seguro que su madre no se molestaría con él, que lo que importaba era que recordara que debía llevarle esas pequeñas flores.
Era el día 6 del mes de septiembre y Jun ya estaba preocupado por la ausencia del pequeño.
– Quizás se haya confundido de fecha – Había intentado calmarlo Kaori, antes de salir a buscar unas nuevas plantas a pedido de Erika.
Jun no se había quedado demasiado tranquilo con su respuesta, pero a diferencia suya, debió quedarse atendiendo el local, puesto que nadie más excepto él estaba allí.
Las campanillas sobre la puerta de entrada sonaron, sacando al muchacho del ensimismamiento en el que se hallaba, armando un ramo de violetas blancas. Alzó su vista para encontrarse, no con Fujii-chan, sino, con un hombre en sus veinte años, curioso por el lugar al que había entrado. Al encontrar una persona entre tantas flores, se acercó directamente a él.
– Busco a Tsubaki Jun-kun.
El aludido pestañó varías veces antes de poder ser capaz de separar sus labios y hablar. No supo por qué, pero en ese momento, no había podido hacerlo.
– Soy… Soy yo – Musitó.
– Vengo de parte de Fujii Takeru-kun – Takeru. Esa había sido la primera vez que había oído el nombre del pequeño –. Mi nombre es Oikawa Sousuke – Su oyente asintió con la cabeza, sin poder ser capaz de hacer algo más –. Takeru-kun me dijo que viniera por unas flores silvestres, y me dijo que… la persona llamada Tsubaki Jun me acompañara a un lugar con ellas.

El agua seguía cayendo. Estaba usando las rejas de la florería para sostener su cuerpo. Abrió el portón con sigilo, abriendo la puerta de entrada al negocio del mismo modo. Dudó en entrar o no. Al divisar la luz del living encendida, pudo deducir que su hermana mayor lo estaría esperando, como siempre lo hacía cuando llegaba tarde a casa. Suspiró y retrocedió sus pasos hasta volver a la calle.
No quería ver a su hermana.
En realidad, no quería que ella lo viera así.

Una fina lluvia había empezado a caer. No se dio cuenta en qué momento fue, pero aquel hombre llamado Sousuke había abierto su paraguas, dejándolo en medio de ambos. Llegaron a un cementerio. Jun pensó que sería un lugar parecido a ese donde sea que tuvieran que llevar aquellas flores, pero sus ojos se abrieron como platos al ver el nombre de la persona  a quien se las estaban  por entregar.
– Takeru-kun… falleció ayer… por un grave cuadro de gripe – Jun lo miró, exigiéndole una explicación con la mirada. Sousuke sonrió, ese chico le pareció tierno y al mismo tiempo indefenso, en comparación suya –. Al ser un chico de la calle, no cuenta con seguro médico y en el hospital es imposible que lo atiendan. Lo siento mucho – Sousuke pudo ver las temblorosas manos del muchacho poniendo el agua del florero al lado de la tumba del pequeño. No le importaba la fina llovizna que golpeaba su cuerpo, sólo quería darle a ese pequeño el mejor de los recuerdos. En el momento en que sus manos estaban por colocar el ramo dentro del florero, estas terminaron cayendo de sus manos y desparramándose sobre el cemento. Automáticamente, Sousuke se arrodilló a su lado, rodeando su cuerpo con uno de sus brazos mientras que, con el otro, seguía sosteniendo el paraguas sobre ambos. No supo por qué, no tenía la necesidad de hacerlo, pero quiso abrazarlo, quiso ser su paño de lágrimas en aquel momento, quiso ser necesitado por él.

– Oki-san… Soy yo, Jun – Susurró sobre el auricular de su teléfono celular a una persona al otro lado de la línea.
– “Tsubaki-kun… Buenos días…”, lo saludó la somnolienta voz de la muchacha.
– Oki-san… Son las dos de la mañana – Actualizó la hora el estudiante, sonriendo.
– “¿Ah, sí?”, La muchacha bostezó. “¿Qué sucede? ¿Por qué llamas a esta hora?”
– ¿Puedes… abrirme…?
Lo siguiente que oyó Jun fueron varios sonidos, incluso la voz de su amiga quejándose por haberse golpeado con algo. Al ver la luz de su habitación encendida y la cabeza de la muchacha asomándose por la ventana, levantó la mano en señal de saludo. Dio un salto en el lugar, sintió que le dolió algo al levantar el brazo, aunque no pudo decir bien qué parte del cuerpo fue.
– “Ahora bajo.”
La muchacha rápidamente cortó la llamada y bajó las escaleras del mismo modo. Cuando abrió la puerta de entrada de la casa, llamó con la mano a Jun, que esperaba su aprobación para cruzar el portón que lo separaba de la casa. Entró junto a ella y cruzó sigilosamente el pasillo hasta las escaleras que los llevaron a ambos al cuarto de la menor integrante de la casa, teniendo Jun sus zapatos en la mano.
– ¿Tu hermano? – Preguntó  el muchacho, en voz baja, a Yasuko, una vez ambos estuvieron a salvo en el cuarto de la segunda.
– Se acerca la fecha de entrega, así que ya debes saber dónde está – Respondió la aludida, suspirando al resultar airosa de la carrera nocturna –. Pero tú… ¡Sí que serás tonto! – Dijo, golpeándolo apenas con el puño en la cabeza –. No entiendo por qué sigues con ese tipo – Agregó, dando vueltas en la habitación –. Quédate aquí, voy por el botiquín de primeros auxilios.
Jun asintió con la cabeza, sentándose frente al escritorio de Yasuko una vez la muchacha se fue. Nunca comprendió la conexión que tenían, ya que después de todo, ella había sido su primer amor. Quizás fue por esa misma conexión que por sí sola se había dado cuenta que su relación se había terminado y que Jun había posado sus ojos en una persona completamente diferente a ella. La puerta del cuarto se abrió, dando paso a Yasuko, quien cargaba entre sus manos el botiquín que había ido a buscar. Jun la oyó suspirar por lo que la miró.
– ¿Sucedió algo?
– Ajidasu se despertó para ir al baño y casi me ve, pero pude esconderme con éxito – Dijo la muchacha con una sobrada expresión de victoria, arrodillándose en la pequeña mesa ratona entre el escritorio y su cama para abrir el pequeño botiquín –. Ven aquí – Jun se arrodilló a su lado mientras Yasuko humedecía un pedazo de algodón con alcohol –. ¿Qué esperas? Quítate la camisa.
Tampoco recordó en qué momento fue tan natural despojarse al menos de su camisa o remera  frente a una mujer distinta de su hermana. Ese tipo de conexión tenía con Yasuko. Quizás, era la misma relación que la que tenía un par de hermanos. Cuando la muchacha apoyó el algodón sobre una de las heridas de Jun, levantó la vista para mirarlo –. ¿Te duele?
– Arde un poco, pero no.
Yasuko suspiró.
– No me gusta en lo que te has convertido por culpa de ese tipo – Bufó la morocha, curando otra de sus heridas.
– ¿Ah, sí? – Dijo Jun, sonriendo –. ¿Y en qué me convertí?
– En una persona resistente al dolor. Eso no es normal, ¿cierto?
Jun se sorprendió por sus palabras. No las retrucó, sólo atino a sonreír. Después de todo, tenía razón.
– Lo siento, Oki-san – La muchacha la miró –. Por todo.
La aludida lo miró y sonrió al ver sus mejillas levemente sonrojadas.
– No tienes nada de qué disculparte – Volvió su vista al botiquín, en busca que un par de gasas –. Somos amigos después de todo, ¿no?
– Sí.
Volvió su vista a la ventana. Seguía lloviendo, aún con mucha intensidad.

Sus manos rodearon la taza que el mayor le había dado. Le dedicó una rápida mirada antes de volver su vista a la nada frente a él. El dueño de casa seguía vestido con traje, a excepción del saco, el cual se había sacado apenas entró a su hogar. Alrededor de su cabeza una de sus manos secaba sus cabellos, dirigiéndose el morocho a la cocina, dejándolo solo, aunque desde el lugar donde estaba sentado, era capaz de verlo.
– Takeru-kun dijo que quiere que vayas a llevarle flores a su madre y a él, entre los mismos días en los que él iba a hacerlo – Dijo el hombre, regresando y sentándose frente a la mesa, un poco alejado de él –. ¿Estás bien? – Sousuke recibió un movimiento afirmativo de cabeza por parte del menor –. Lamento no haberte avisado antes del estado de Takeru-kun. Cuando lo encontramos con mi compañera, ya estaba en un delicado estado.
– No… Está bien – Musitó el estudiante, destrozado, antes de mirar el teléfono celular al lado suyo, el cual estaba recibiendo una llamada –. ¿Puede atender por mí? Es mi hermana mayor.
El mayor se acercó a él y agarró el celular entre sus manos.
– ¿Diga?
– “¿Jun?”, preguntó una voz femenina.
– Jun-kun está al lado mío. Mi nombre es Oikawa Sousuke, trabajo como asistente social.
– “¿Dónde está mi hermano?”, formuló la mujer, cambiando su dulce tono de voz.
Sousuke suspiró, dándose cuenta que no llegaría a ningún lado si no le decía la verdad. Dirigió sus pasos a la cocina, donde bajó la voz para poder hablar con tranquilidad.
– Su hermano está bien, está en mi departamento. Puedo darle mi dirección para que venga a buscarlo. La verdad es que fui a buscarlo a su florería por pedido de uno de los niños de quienes me hacía cargo – Hizo una breve pausa. La mujer al otro lado de la línea parecía estar prestándole atención –. Fujii-kun falleció la pasada noche debido a una fuerte gripe.
– “¡¿Fujii-chan?!”
– Sí. Él me pidió que fuera a esa florería y le dijera a Tsubaki Jun que llevara a su tumba un ramo de flores silvestres. Yo lo acompañé y ha estado destrozado desde que llegamos aquí.
– “¿Podría darme su dirección? Voy para allá.”
Sousuke dirigió su vista a Jun. Sus manos seguían envolviendo la taza cuyo contenido no fue bebido en lo más mínimo. Suspiró.
– Claro.
Sus vacíos pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del timbre. Lentamente, como si le doliera, giró su cabeza para mirar a la persona que había llegado. Era su hermana. Dejó la taza sobre la mesa ratona y se deslizó entre sus brazos, refugiándose entre ellos, sintiendo ese amor fraternal que sólo ella podía darle.
– Gracias, Oikawa-san – Le dijo la mujer, con una leve reverencia.
El aludido sonrió, negando con la cabeza, acariciando los cabellos del menor. No supo por qué, pero quiso hacerlo, quiso acariciar su cabello. Quizás, también, quiso ser esa mujer en aquel momento, para poder ser capaz de estrechar aquel frágil cuerpo entre sus brazos una vez más.

– Gracias – Le dijo Jun a Yasuko, vistiéndose con la camisa, mientras la muchacha cerraba el botiquín de primeros auxilios.
– Trata de alejarte de él hasta la semana que viene – Pidió la dueña de casa –. Tengo que ir a comprar más algodón y gasas y ya no tengo dinero para hacerlo sino hasta la semana que viene.
– Te dije que puedo comprarlo yo.
– Y yo te dije que no. Es mi deber ayudarte.
Era imposible pelear contra su sincera sonrisa, por lo que guardó silencio. Tampoco tenía muchas ganas de hablar; el sueño lo estaba invadiendo poco a poco.
– Creo que es hora de irme. Estoy muy cansado y no sería bueno que me quedara durmiendo aquí.
– Tienes razón. ¿Quieres que te acompañe a la puerta?
– No, está bien. Puedo salir sin hacer ruido. De nuevo, muchas gracias.
Jun salió de la habitación y bajó las escaleras, pero una voz sumamente familiar para él lo hizo sobresaltar.
– ¿De nuevo tú aquí? – Se giró al reconocer su voz, con una visible expresión de dolor segundos más tarde, mientras una de sus manos agarraban sus costillas, como si estas fueran a desprenderse una a una de su cuerpo. El giro que había dado fue demasiado brusco –. ¿Estás bien? – Le preguntó Kenji, el hermano de Yasuko y prometido de su hermana, acercándose a él, pero la mano de Jun poniendo distancia entre ambos, lo detuvo.
– S… Sí… Estoy bien – Respondió el muchacho sin mirarlo, después de todo, le costaba horrores mentir. Pero por Sousuke, lo hacía. Por Sousuke, mentía y hacía muchas cosas más.
– Oye, si tienes algún problema… Sabes que puedes contar conmigo – Abriendo la puerta, Jun sonrió. Sabía lo mucho que le costaba a aquel hombre pronunciar esas palabras. Le dedicó una rápida reverencia y siguió sus pasos a su hogar. Miró el cielo. Estaba despejado. Hasta parecía que jamás había llovido. Recordó el día en que conoció a Sousuke, la noche en que su hermana fue a buscarlo al departamento del mayor, ya que, por estar sumamente afectado por la muerte del pequeño Fujii-chan, no pudo hacer por sí solo su camino de regreso. Recordó cómo sintió su cuerpo entumecerse cuando Sousuke acarició sus cabellos. Recordó que, en ese momento, no se había dado cuenta de lo que sucedería en los días posteriores a ese encuentro.

No llovía, pero seguía nublado. Había pasado casi dos semanas desde la muerte de Fujii-chan. De no haber sido por la presencia de su hermana, de Kaori y de Yasuko (y hasta la de Kenji), estaba seguro de que hubiera seguido encerrado en su cuarto, llorando al pequeño.
Un cliente estaba siendo atendido por su hermana, mientras Kaori regaba las flores que Erika la había mandado a buscar, las cuales florecían lentas pero seguras. El sonido de las campanillas lo quitaron de su ensimismamiento. Bueno, la vista del agua cayendo sobre las flores tampoco era algo interesante para ver. Sus ojos se abrieron de par en par al ver a la persona que entró. Le dedicó una reverencia a Kaori y se dirigió a él, exactamente igual a como lo había hecho la primera vez.
– Buenas tardes – Le dijo.
– Buenas… tardes…
– ¿Siempre vas a estar con esa misma cara de sorpresa cada vez que vengo? – Le preguntó el mayor, cordialmente, sin poder evitar esbozar una sonrisa. Su oyente suspiró. Su reacción fue vista por el recién llegado, quien amplió su sonrisa, notando también, un leve tono rojizo tiñendo las mejillas del estudiante.
– Lo… lo siento – Pidió Jun, saliendo de detrás del mostrador –. Gracias por lo del otro día.
– No hay de qué. Es lo menos que podía hacer. Después de todo, tú siempre fuiste muy querido por Takeru-kun. Él siempre hablaba de tu hermana, de ti y de esta tienda – Agregó, mirando para todos lados –. Creo que puedo entender por qué le gustaba tanto este lugar –Su mirada se dirigió a Jun quien rápidamente agachó la cabeza, desviando su vista de la del mayor –. Pero hoy, vengo en calidad de cliente. ¿Puedes recomendarme flores que iluminen mi departamento?
Jun levantó su vista al oír sus palabras. Pudo sentir un deje de tristeza en su voz al igual que en sus ojos. Hizo un paso hacia adelante para abrazarlo, pero, ¿por qué? ¿Por qué había tenido esa sensación en aquel momento? ¿Esa sensación de que, cuando lo miraba a los ojos, no había nadie más alrededor que ellos dos? Volvió a desviar su vista. Se había dado cuenta que le pasaba eso cada vez que lo miraba a los ojos. Se sentía absorbido por aquella mirada. Recorrió las distintas flores con la vista, al igual que las recorrió con el cuerpo, yendo de maceta en maceta, mirando a todas y cada una de ellas.
– Mhh – Murmuró Jun, siendo seguido de cerca por Sousuke –. ¡Estas! – Dijo, agarrando una corta rama con unas pequeñas flores amarillas. Las flores fueron examinadas de cerca por el mayor, aprobando la elección de Jun con un movimiento de cabeza.
– Me gustan, ¿cómo se llaman?
– Esas son las agrimonias japonesas, y significan “agradecimiento” – Respondió Erika, quien ya había despachado a su anterior cliente.
Sousuke, luego de mirar a la mujer, volvió su vista a Jun que, indirectamente, de nuevo, le estaba dando las gracias.
– Me llevo una docena – Dijo el hombre, dirigiéndose al menor. Jun levantó la mirada y le dedicó una sonrisa seguida de una reverencia, antes de dirigirse detrás del mostrador, donde preparó el ramo para el hombre –. ¿Quieres ir a tomar un café a mi casa cuando termines aquí? – Jun lo miró, con una mirada de sorpresa aún más exagerada que la que decoraba su rostro las dos veces que vio a Sousuke cruzar esa puerta –. Me lo debes – Agregó el mayor, entregándole un par de billetes para dar por pagado su ramo de flores –. Me dejaste con una taza de café frío cuando te fuiste. Es más, creo que aún la tengo en el refrigerador – Bromeó.
– Lo siento, pero debo  terminar unos deberes de la secundaria – Se excusó el muchacho.
– ¿Eres un estudiante de secundaria? – Preguntó Sousuke, generando la sonrisa en el aludido, quien se sorprendió al ver tal cambio de roles en ambos.
– Sí, estoy en el último año.
– Podría haber jurado que teníamos la misma edad.
– Gracias…, supongo – Dijo Jun, entregándole el cambio.
– No, no. Realmente, eso es algo bueno – Sousuke agarró el ramo entre sus brazos y admiró la manera en la que Jun lo había armado –. ¿Qué tal mañana?
No iba a poder decirle que no, estaba seguro de eso. Se dio cuenta al mirarlo a los ojos, algo dentro de ellos le rogaban por una respuesta afirmativa.
– ¿Le molestaría irme a buscar a la secundaria? – Pidió el menor, con timidez.
– Claro que no – Respondió su oyente, negando también con su cabeza –. Te dejo mi teléfono para que me hagas llegar la dirección por mail.
Jun asintió con la cabeza, encontrándose luego con una tarjeta de presentación que tenía escrita el nombre del adulto en doradas letras cursivas que el muchacho se quedó iluminando con la luz artificial de la tienda, generando una dulce sonrisa en el mayor.
– Nos vemos mañana, Jun-kun.
Volvió su vista a él. No pudo despegarla de su cuerpo hasta el momento en que desapareció de ella. Suspiró. Sus palabras, taladraron su cabeza hasta dejarlo sin contenido. Las palmas de Erika golpeando sobre el mostrador lo volvieron a Tierra. Qué le sucedía cada vez que se encontraba con ese hombre, no lo sabía.

Empezó a llover nuevamente, un escenario un poco distinto al de sus recuerdos.
– Ese día también llovía – Susurró, para sí, hundido entre sus sábanas, viendo apenas a través de la cortina que se ondeaba por el viento que soplaba al otro lado de la ventana, la tormenta que nuevamente se avecinaba. Habían pasado casi cuatro meses de esa primera vez en que había sido suyo, en que el pedido de las amarillas agrimonias japonesas había cambiado por un ramo de rosas azules. Sonrió. Dolorido debajo de aquellas frías sábanas, sonrió.

Su dedo tembló al momento de tocar el timbre, errando al oprimir el botón, haciéndolo con demasiada fuerza.
– Ay – Se quejó, mordiéndose el labio inferior, esperando que el dueño del departamento, no lo hubiera notado. Oyó la llave girando al otro lado, por lo que retrocedió dos pasos, para dejar que la puerta se abriera delante suyo. El hombre dentro del departamento, sonrió, haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
– Bienvenido – Le dijo –. Te estaba esperando – Agregó, con una sonrisa que dejó sin aliento al menor. Jun le dedicó una reverencia y entró a la casa. Sousuke agarró el ramo entre sus manos, hundiendo su nariz entre las mismas para oler el aroma que se desprendía de cada uno de los pétalos, sonriendo por la suavidad de los mismos. Jun agachó la cabeza, arrodillándose para sacarse los zapatos ya que, ir a llevarle flores a ese hombre, siempre significaba acompañarlo a beber una taza de café. Lamentablemente la taza de color verde que no había alcanzado a tomar la primera vez que pisó ese departamento, se había roto, al resbalársele a Sousuke de las manos cuando la estaba lavando, o esas habían sido las palabras del mayor cuando Jun le preguntó por el paradero de mencionado objeto. Cuando volvió su vista al hombre, las rosas azules ya estaban en el florero que había sido ocupado por las agrimonias esos dos meses –. ¿Cómo te fue en el examen? – Le preguntó. El aludido lo miró, había mantenido su mirada fija sobre aquellas flores.
– ¿Eh?
– El examen, ¿no tenías uno hoy?
– Ah… Sí… Bien… Supongo.
– Esa no es una buena respuesta – Declaró el mayor, volviendo a sus quehaceres culinarios. Por primera vez, Jun había reparado en el delantal que cubría el cuerpo del hombre y en lo flaco que se veía con la remera y el simple jogging que lo vestía.
Esa vez, por primera vez, había sido invitado a cenar. Sousuke se había encargado de comunicarse con Erika y decirle que iba a hacerle una cena al muchacho, por todas las molestias que le había ocasionado. Ambos se sentaron a comer en torno a la mesa rectangular frente a la cocina, sentándose Jun justo frente a Sousuke… con las rosas azules de fondo.
Él conocía el significado de esa clase de rosas. Pero, ¿Sousuke lo sabía? Y de ser así, ¿por qué lo había elegido? Sus palillos no lograban agarrar siquiera un poco de arroz. Estaba demasiado nervioso. En su cabeza, muchas preguntas daban vueltas una y otra vez, y no asignarles una debida respuesta a cada una, lo desesperaba.
– ¿No te gusta el arroz?
Su voz lo hizo volver a Tierra, obligándolo inevitablemente a mirarlo a los ojos.
– Ah, no. No es eso.
– ¿No tienes hambre? Puedo prepararte otra cosa si quieres – Dijo el mayor, levantándose rápidamente de su asiento.
– Ah… ¡No, por favor! Realmente – Sin darse cuenta, su mano agarró la suya, alejándola Jun rápidamente al sentir aquel contacto. Sintió su piel erizarse, quién sabe por qué razón. Algo dentro suyo lo hacía agitarse cuando estaba cerca de aquel hombre –… no es eso…
– ¿Entonces?
Sousuke seguía de pie, frente a él, esperando una explicación. Jun debió bajar la vista para poder seguir hablando. Mirándolo a los ojos, no iba a poder hacerlo.
– Oikawa-san, ¿usted… conoce el significado de las rosas azules…? – Preguntó, tragando en seco segundos más tarde.
– Lo sé.
Jun pudo sentir cómo su corazón dio un respingo.
Pero, ¿por qué?
¿Por qué había elegido esas flores, sabiendo su significado?
O, quizás, ¿era Jun quien realmente no sabía el significado de esa clase de flores?
¿Quizás era él quien estaba equivocado?
– Amor a primera vista – Pudo sentir cómo su susurrante voz quedó grabada en cada célula de su ser. Sintió cómo cada una de ellas vibraba ante aquellas simples cuatro palabras que no eran más que el significado de un par de flores.
– ¿Por qué? – Lo miró a los ojos, casi con miedo. Sintió un leve ardor sobre sus mejillas al hacerlo.
– Porque eso fue lo que sentí la primera vez que te vi.
Sus palabras lo dejaron demás perplejo. Todavía más de lo que ya estaba. No tuvo reacción alguna. Pero sus ojos seguían las acciones del más grande, recorriendo la mesa con la mano, sensualmente hasta llegar hasta él, encargándose de controlar su mente misma hasta sentir sus labios pegándose a los suyos con extrema dulzura.
– Sousuke-… san…
Sus manos seguían inmóviles sobre la mesa. Tenía miedo de moverlas, de mover su cuerpo siquiera un milímetro. Fueron las manos del mayor las que, dándose cuenta que Jun estaba a su total merced, las entrelazó a las suyas e hizo acariciar sus brazos, subiendo por sus hombros, hasta unirlas detrás de su nuca.
– Eres un chiquillo después de todo – Le susurró al oído, besando dulcemente su oreja, generando un estremecimiento en el cuerpo del menor. Una de sus manos acarició sus cabellos, por sobre su nuca, mientras la otra lo dejaba sin escapatoria, al colocarse detrás suyo, sosteniendo su cuerpo al agarrarse del respaldo de la silla donde estaba sentado.
No supo en qué momento, estaba siendo suyo. Pudo ver, de reojo, cómo las estrellas iluminaban el firmamento de la ciudad, como si estuvieran iluminando el inicio de su amor.
Sus manos se aferraban al suelo y al sillón. Habían intentado llegar al sofá, pero no lo habían logrado, el deseo que despertaba cada caricia en los dos amantes era demasiado sofocante. Necesitaban entregarse en cuerpo y alma en ese mismo instante. Sousuke pudo sentir el cuerpo de Jun tensarse una vez atentó contra su intimidad, viendo cómo el menor respiraba en forma agitada, gimiendo ronco por el dolor que aquello le causaba. Se inclinó hacia él, mirándolo Jun con una mirada de súplica para que detuviera las acciones que apenas habían comenzado sobre su cuerpo. Agarró ambas muñecas del muchacho y las sostuvo sobre su cabeza, besando sus labios, hundiendo su lengua dentro de ellos, moviendo sus caderas en un vaivén que a Jun lo enloquecía.
Una parte suya no quería seguir, su interior le dolía, pero otra, a la que él más odiaba, deseaba que siguiera, porque esa era la única forma de sentir su amor, de la forma que era. Dejó que las lágrimas siguieran cayendo de sus ojos, sin sentir que el final estaba cerca, sino, sintiendo todo lo contrario. En algún momento, su cuerpo se acostumbró a aquel dolor, o dejó de sentir aquel sentimiento. Sousuke no dejó de besarlo, aun cuando Jun se lo había pedido. Las pocas veces que sus labios se separaron fue para poder respirar. Sus embestidas seguían en forma lenta dentro suyo. Aunque ardiera, ya no sentía dolor. Sentía placer. Una sensación placentera recorriendo cada vena de su cuerpo, una sensación de pertenencia a aquel sujeto que por primera vez, lo estaba amando y a quien él se estaba entregando.
– P… Mhhh… ¿Por qué…? – Preguntó, entre gemidos, el menor.
– Por qué…, ¿qué…?
– Las rosas azules… ¡Ah! ¿Por qué…?
Sus mejillas estaban siendo iluminadas por la luna. Aquel color rojizo que se desprendían de ellas, era la envidia de cualquier estrella. Eso pensó Sousuke cuando desvió su vista a sus curiosos ojos que brillaban todavía con más intensidad que sus mejillas.
– Porque… te amo – Le susurró al oído, dándole más fuerza al agarre que mantenía sobre sus muñecas, marcando esto, el momento de su clímax, el cual no fue notado por Jun, sino hasta sentir al mayor descargándose dentro suyo, haciéndolo tiritar al igual que lo estaban empezando a hacer las hojas que colgaban de los árboles, fuera del departamento.
Una gran tormenta se estaba acercando lentamente al lugar.
Dudaba.
Miraba aquel pocillo de café, pero dudaba.
Había jugado con su borde una, dos, cincuenta veces en menos de diez minutos, rodeándolo con el dedo. Frunció el ceño cuando el sujeto entre la sábana que había dejado sobre su cuerpo, en el sillón, se movió, interrumpiendo su “juego”. En ese momento se decidió. Se levantó, con aquel pocillo y volvió a guardarlo en el refrigerador, quedándose de pie un largo rato frente al mismo, antes de irse a dormir.

Dos golpes sobre la puerta lo despertaron.
En realidad, lo hicieron pegar tal salto que sintió que su cabeza dio contra el techo y su corazón se había trasladado de su lugar usual hasta su garganta.
– Jun, ¿estás ahí? – Lo llamó la voz de Erika.
– Sí, ¿qué sucede? – Susurró el menor, llevándose una mano al pecho para comprobar que su corazón seguía latiendo.
– Ya está el desayuno.
– Enseguida bajo.
Se quedó mirando el techo, agarrando luego su teléfono celular para no hallar ningún mensaje de texto. Se levantó con cuidado de la cama, no quería que el duro trabajo que había hecho Yasuko durante la madrugada se echara a perder, por lo que se cambió lentamente y llegó al comedor del mismo modo, hallándose con la brillante sonrisa de su hermana.
– Buenos días.
– Buenos días – Dijo Jun, sentándose en el lugar de siempre.
– Anoche no te oí llegar – Su hermano lo miró –. Me quedé dormida temprano, y tú no me despertaste cuando viniste, ¿cierto?
– Así fue – No la miró a los ojos cuando respondió. No podía mentirle si la estaba mirando. No a ella.
– Ah, Yasuko-chan llamó hace un rato. Dice que quiere que la acompañes al parque Midori al mediodía.
– Oh, qué raro para ella levantarse temprano – Reconoció el muchacho.
– Realmente me gusta que se lleven bien ustedes dos – Dijo la mujer, luego de comer un pedazo de tostada.
– Sí, así es – Dijo el menor, aun sabiendo que eso generaría un pensamiento erróneo en la mente de su hermana, después de todo, aunque ya no existía una relación amorosa entre ambos, siempre había quedado una hermosa amistad en el medio. Estaba seguro de que había tardado media hora en desayunar, antes de volver a su cuarto para buscar algo de ropa para asearse. En eso tardó casi cuarenta y cinco minutos. Dejar que el agua caliente cayera sobre su cuerpo, era un dolor que prefería atrasar lo más que pudiera.  Al revisar su teléfono celular lo encontró sin carga. Lo lanzó sobe su cama y fue al cuarto de baño donde pudo apreciar como los tonos de su piel iban desde el color normal y pasaba a un color amarillo-verdoso, no sin antes pasar por el morado. Desvió su vista de la imagen que se reflejaba en el espejo y se enfrentó al agua caliente que lo esperaba al otro lado de la cortina.

El día siguiente lo tenía libre y no tenía mejor plan que pasarlo con Sousuke. El adulto tampoco tenía planes para ese día, por lo que accedió que pasara esa noche en su casa. Debido a la hora a la que iba a llegar, Jun prefirió que lo esperara con un café caliente. El otoño estaba llegando y esto se notaba en el clima.
– ¡Oye, Tsubaki! – Lo llamó uno de sus compañeros –. ¿Quieres venir a cenar con nosotros?
– Ah, lo siento, pero tengo planes para esta noche – Declaró, un poco apenado.
– ¡Vamos! Sólo será un momento. Hyuuga quiere salir con Satomi y el único enganche que tiene eres tú, amigo.
– De acuerdo, de acuerdo – Suspiró el muchacho, sintiéndose un Cupido en medio de aquellas dos personas con las que él entablaba una amistad –.  Pero, antes, déjame hacer una llamada – El aludido levantó el pulgar en señal afirmativa, alejándose Jun un poco de ellos para marcar un número en su celular.
– “¿Diga?”
– ¿Sousuke-san? Habla Jun.
– “Ah… ¿Estás viniendo?”
– Mhhh… No. Unos amigos me pidieron que los acompañe a cenar… Pero será sólo un rato. La verdad es que quieren que le hable bien a una compañera de uno de mis amigos para poder salir con ella… Pero le prometo que no me tardo, ¿sí?
– “De acuerdo”, dijo el hombre, luego de una pausa. “Te estaré esperando con el café caliente que me pediste.”
Jun pudo sentir cómo sus mejillas ardieron al oír aquellas palabras, mientras que sus labios se curvaron formando una amplia sonrisa que le hizo doler las comisuras.
– No me tardo. Nos vemos.
La lluvia empezó a caer cuando llegó al departamento. No supo exactamente cuánto tardó hasta llegar allí. No sólo el lugar elegido por sus amigos estaba lejos, sino que, el autobús que lo llevó, tardó más de lo que había pensado. Y para terminar el relato, su celular se había apagado. Jamás había tenido problemas con él, salvo su descuido por no cargarlo debidamente. Tocó el timbre, sin darse cuenta que las luces del departamento estaban apagadas. Volvió a tocar el timbre con insistencia al no obtener respuesta, pensando que eso generaría una risa en el mayor que terminó por abrir la puerta sin una expresión aparente en el rostro. Jun se lo quedó mirando, pero no pudo decir nada. Sousuke no había respondido ante aquel llamado del modo en que él lo esperaba, así que, lo sorprendió.
– Lamento haber llegado tarde – Dijo, una vez ambos estuvieron adentro –. Se me apagó el celular. Creo que mi hermana tiene razón cuando dijo que debo ser más cuidadoso con esas cosas – Dejó el aparato sobre el sillón, al igual que el resto de sus cosas. Al voltear, vio una taza de café sobre la mesa y a Sousuke de espaldas, en la cocina. Feliz porque el hombre había cumplido con su palabra, bebió un sorbo del mismo, abriendo los ojos como platos al no hallar ni el sabor ni la temperatura que quería. Tragó el líquido, simplemente porque escupirlo, sería de mala educación. Estaba amargo y frío. Al dirigir su vista al pocillo que estaba a su lado, lo halló vacío. Estaba seguro que esa era la taza que siempre usaba el dueño de casa. Sus ojos se posaron sobre él. Había sacado algo del refrigerador, pero no pudo ver qué –. ¿Me estuvo esperando? – No obtuvo respuesta. Mas la figura del mayor fue iluminaba por un rayo que surcó el cielo, oyendo ambos el sonido del mismo, segundos más tarde. No obtuvo respuesta. Estaba demás decir que su oyente estaba enojado –. Lo siento mucho. Mis amigos eligieron como punto de encuentro un lugar muy lejos de aquí y el transporte que tomé no—
Frío. Un líquido todavía más frío que el café que había bebido. Un frío líquido cayó sobre su cuerpo, haciéndolo tiritar. Otro rayo iluminó el lugar, notando Jun lo que Sousuke tenía entre sus manos: la taza de café de la cual que él no había bebido siquiera un sorbo, la vez que se conocieron.
– Dijiste que vendrías pronto – Dijo el mayor, mirándolo seriamente.
– Lo siento, ya le dije que—
– Me mentiste.
– N… No fue así – Titubeó Jun, tiritando por el líquido que ya estaba traspasando sus prendas y mojaba su piel –. Le avisé qué—
– Dijiste que no tardarías – Volvió a decir el hombre, sin oír sus palabras, agarrándolo con fuerza de uno de los brazos para lanzarlo al suelo, al mismo tiempo que estrellaba la taza de café justo al lado suyo. Jun cubrió su rostro con uno de sus brazos, sintiendo tan sólo un leve ardor sobre su mejilla, encontrando sangre sobre la misma al acariciarse la zona con la palma de la mano. Levantó su vista para ver al hombre que se erguía frente a él. Nuevamente fue iluminado por un rayo, el cual le dio inicio a la tormenta que tanto había amenazado con azotar la ciudad. La mirada de aquel hombre, distaba mucho de la que aquel de quien él se había enamorado. Parecía una persona completamente distinta, una persona sin alma. Colocó sus piernas alrededor de su cuerpo e inclinándose apenas, lo agarró del cuello de la camisa para darle un fuerte golpe en la mejilla, dando su cabeza sonoramente contra el sillón. Lo siguiente que supo, antes de poder reponerse o siquiera quejarse por aquel trato, fue que le faltaba el aire, no por haber visto a aquel hombre a los ojos y ser víctima de aquel sentimiento que los mortales llaman “amor”, sino por el producto del puntapié que le estaba dando sobre la boca del estómago. Escupió saliva cuando tosió, y su mirada se volvió asustadiza. Volvió a levantarlo del cuello de la camisa, sosteniendo con fuerza su corbata, cortándole de ese modo el aliento, por lo que levantó sus manos, arañando las del mayor para que lo dejara respirar –. Rompiste tu promesa – Le dijo, finalmente, dándole una cachetada –. Y esto es lo que vas a recibir por eso – Lo soltó, nuevamente, sin importarle. Jun sintió un dolor agudo sobre su mano izquierda. Era un trozo de vidrio que quedó clavado en su palma. De nuevo, aquel dolor sobre su estómago y aquella sensación de falta de aliento –. Di que fue tu culpa – Le susurró, agarrando su cabeza con ambas manos.
– Lo siento… Fue mi culpa – Musitó Jun, tiritando su mano izquierda por el entumecimiento que estaba sintiendo por la pérdida de sangre –. Todo… fue mi culpa…
– Dime que nunca más lo volverás a hacer – Pudo sentir y ver su mirada penetrando la suya por completo, queriendo grabarse en su mente. La cabeza le dolía. Era la presión que Sousuke estaba ejerciendo a un lado de ella, apretando su cráneo contra el sillón.
– Nunca más… lo volveré a hacer…
– No vas a volver a mentirme…
– No voy a volver a mentirle…
– Nunca… me vas a dejar…
– No voy a dejarlo… nunca…

Dejó que el sol sanara sus heridas, si es que sol era capaz de hacer eso. Sabía la razón por la que Yasuko le había pedido que lo acompañara a aquel lugar, por lo que le llevó varios tulipanes amarillos, intentando decirle con eso que el amor que sentía por Sousuke, no tenía esperanza alguna de ser cambiado.

– ¡Erika-san! ¡¿Puede atender el teléfono?! – Exclamó Kaori, limpiando las vitrinas del negocio, por lo que la aludida, llegó corriendo al teléfono justo antes de que la persona al otro lado cortara la llamada.
– ¿Diga?
– “¿Erika-san?”
– ¡Ah! Oikawa-san, ¿cómo está?
– “Muy bien, ¿usted?”
– Bien, bien. ¿Se le ofrece algo?
– “Quisiera saber si Tsubaki-kun está en casa el día de hoy. Un amigo cumple su quinto aniversario de casado y estaba algo curioso respecto a qué especie de flor debería regalarle a su esposa…”
– Jun no está en estos momentos… Se fue al parque Midori con una amiga… Si quiere puede ubicarlo en el celular.
– “Ah…Ya veo… He intentado llamarlo, pero parece que lo tiene apagado…”
– Seguro que se le olvidó cargarlo. ¡Ja, ja! Siempre sucede lo mismo con ese chico. ¡Usted sabe cómo es una persona cuando está enamorada!
– “Ah... Sí…”
– Si quiere, cuando llegue, le aviso que Usted—
– “No, no, no. Está bien. Creo que puedo hacerme una pasada por el parque Midori.”
– Está bien. ¡Buena suer—! Me colgó – Dijo Erika, mirando a Kaori, que no había oído sus palabras.

– ¿No volviste a hablar con él? – Preguntó Yasuko, sentada sobre una manta, al igual que Jun, quien bebía un poco de jugo.
– No. Hoy no me llamó y dejé el celular en casa porque no tenía batería.
– ¿Y si te está llamando en estos momentos? – Inquirió la muchacha, con la mirada.
– ¿Qué sucede con esa mirada? – Sonrió el morocho –. Simplemente, no estoy. Además, prefiero mil veces estar con Oki-san – Agregó el muchacho, con un fingido tono infantil.
– Buenas tardes.
Su voz lo hizo estremecer. ¿Qué rayos estaba haciendo él allí? Giró su cabeza lentamente, levantándose de un salto al hallar sus ojos mirándolo directamente a él.
– ¿Qué haces aquí…? – Susurró Jun, tragando en seco.
– Ahh… ¿Esos son tulipanes amarillos? – Preguntó el recién llegado, acercándose tanto a las flores como a Yasuko, arrodillándose frente a ambos y acariciando uno de los pétalos.
– Así es. Tsubaki-kun me los regaló – Dijo la muchacha, feliz por aquel suceso.
– ¿Qué sucede, Jun? ¿No me presentas con tu linda amiga?
– Oki-san – Titubeó el  aludido. Al oír su nombre, la muchacha lo miró, sin perder su sonrisa –…, él es… Oikawa Sousuke – La expresión de felicidad de Yasuko se borró por completo, girando su rostro para ver al mayor con una nada fingida expresión de terror –. Sousuke…, ella es—
– Oki Yasuko-chan, ¿no? – Dijo el aludido, recibiendo un lento movimiento afirmativo de cabeza por parte de la aludida, generando su sonrisa –. Los tulipanes amarillos… significan “amor sin esperanza”…, ¿cierto, Jun? – El aludido asintió, tragando saliva en seco –. ¿Qué sucede, Jun? ¿Tienes un amor sin esperanza? ¿O acaso es un amor no correspondido?









9 comentarios:

  1. Se vienen mis comentarios XDDD En varias partes porque según el blog paso el máximo de caracteres XD
    Si alguien está leyendo esto SIN haber leído primero el capítulo. DEJE YA DE LEER porque es terrible SPOILER!! ;)
    Miki, ya sabés, como terminé de leerlo la otra noche MUY tarde, hoy te dejo los comentarios :D

    EMPECEMOSSSSSSS:
    “Sinopsis: Un amor sumamente enfermizo como obsesivo, pero al mismo tiempo tan puro y tierno. Aunque duela, es imposible de escapar, aunque duela, es imposible decir adiós.”
    jajajajaja no sabés si le va a dar murra, no??? jajajaja pobre pibe u.u
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    Cuando nombraste al nene dije "lesto, esto pinta con pedof.." u.u
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    Mataste al pobre nene de la calle T_T
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    "En el momento en que sus manos estaban por colocar el ramo dentro del florero, estas terminaron cayendo de sus manos y desparramándose sobre el cemento. Automáticamente, Sousuke se arrodilló a su lado, rodeando su cuerpo con uno de sus brazos mientras que, con el otro, seguía sosteniendo el paraguas sobre ambos. No supo por qué, no tenía la necesidad de hacerlo, pero quiso abrazarlo, quiso ser su paño de lágrimas en aquel momento, quiso ser necesitado por él."
    No supo por qué??? PORQUE ES GAAAAAAAAAAY, Y EL OTRO TIENE CARA DE PASIVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA jojoooojjoojo
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    "Jun se arrodilló a su lado mientras Yasuko humedecía un pedazo de algodón con alcohol –. ¿Qué esperas? Quítate la camisa."
    Y así es como nació la sesión de fotos de Annan XDDDDDD Si va a pelar yo tmb quiero un amigo gay así
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    "– Gracias, Oikawa-san – Le dijo la mujer, con una leve reverencia. El aludido sonrió, negando con la cabeza, acariciando los cabellos del menor. No supo por qué, pero quiso hacerlo, quiso acariciar su cabello"
    Porque si le daba una palmadita en las nalgas quedaba para el ortooooooooooo XD y ni hablar de bultear!! -no no no-
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    "Trata de alejarte de él hasta la semana que viene – Pidió la dueña de casa –. Tengo que ir a comprar más algodón y gasas y ya no tengo dinero para hacerlo sino hasta la semana que viene."
    encima que el otro lo caga a bifes la mina le hace bulying
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    "Por Sousuke, mentía y hacía muchas cosas más."
    jajajja putito picarón!!!!
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    Es re loco leer el fic que habla todo el tiempo de la lluvia mientras escucho la lluvia!!! Encima igual q en el fic, llueve, para, vuelve a llover, etc
    Sosuke en la florería hablando con Jun de Tekeru "Creo que puedo entender por qué le gustaba tanto este lugar " claaaaaaaaaaaaaaro. DUDO seriamente que Takeru quisiera CHUPARLE EL PITO A JUN u.u
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    "Su mirada se dirigió a Jun quien rápidamente agachó la cabeza, desviando su vista de la del mayor –. Pero hoy, vengo en calidad de cliente. ¿Puedes recomendarme flores que iluminen mi departamento?"
    Siiii, llevalo a Jun, y tenés una flor.. DE PUTO!! *tose* gomen gomen, me la dejaste picando
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    Sosuke: "Me dejaste con una taza de café frío cuando te fuiste." y le faltó decir.. me dejaste el café frio y la verga al palo .__________. obvio no se lo dijo porque estaba la hermana
    Qué pasaaaaaa?? estoy re guasaaaaaaa .-.

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    1. COMENTARIOS PARTE 2 xD

      "Lo siento, pero debo terminar unos deberes de la secundaria " -volvió el eco- SECUNDARIA SECUNDARIA SECUNDARIA DARIA DARIA DARÍA TE DOY (? Cuando decías estudiante pensé que hablabas de universidad ._.
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      "generando una dulce sonrisa en el mayor" no me hagas pensar en Ryo sonriendo que me babeooooooooooooooooooooo
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      "– Amor a primera vista – Pudo sentir cómo su susurrante voz quedó grabada en cada célula de su ser. Sintió cómo cada una de ellas vibraba ante aquellas simples cuatro palabras que no eran más que el significado de un par de flores. – ¿Por qué? – Lo miró a los ojos, casi con miedo. Sintió un leve ardor sobre sus mejillas al hacerlo. – Porque eso fue lo que sentí la primera vez que te vi."
      -APLAUDE- T.T haaarmoso!!!
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      "No supo en qué momento, estaba siendo suyo" O_______O no la sintió???????? XDDDDDDDDD
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      ". Sousuke no dejó de besarlo, aun cuando Jun se lo había pedido"
      el no quiere amor, sólo quiero sexo :v
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      "– Porque… te amo – Le susurró al oído, dándole más fuerza al agarre que mantenía sobre sus muñecas, marcando esto, el momento de su clímax, el cual no fue notado por Jun, sino hasta sentir al mayor descargándose dentro suyo, haciéndolo tiritar al igual que lo estaban empezando a hacer las hojas que colgaban de los árboles, fuera del departamento." te ZARPAS. Escribís como un flaco acaba dentro de otro flaco ENCIMA menor, y en el mismo párrafo tirás lo de las hojas tiritandoooooooo jajajajajajjajajajaja
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      "Debido a la hora a la que iba a llegar, Jun prefirió que lo esperara con un café caliente. El otoño estaba llegando y esto se notaba en el clima." jajajajajaj elegí el momento ideal para leerlo! ♥
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      "¿Me estuvo esperando? – No obtuvo respuesta." WHAT?? antes no le hablaba de usted.. ._. o si??
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      "Dijiste que no tardarías – Volvió a decir el hombre, sin oír sus palabras, agarrándolo con fuerza de uno de los brazos para lanzarlo al suelo, al mismo tiempo que estrellaba la taza de café justo al lado suyo. Jun cubrió su rostro con uno de sus brazos, sintiendo tan sólo un leve ardor sobre su mejilla, encontrando sangre sobre la misma al acariciarse la zona con la palma de la mano. Levantó su vista para ver al hombre que se erguía frente a él".
      Esa última frase " Levantó su vista para ver al hombre que se erguía frente a él".... seeeeeeeeh... OBVIAMANTE ESTO ES LO QUE SE ME VINO A LA MENTE https://idadaldal.files.wordpress.com/2008/05/lastfriends01.jpg
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      Mi viiiiida, como lo cagó a paloooo T_______________T
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      "– “Quisiera saber si Tsubaki-kun está en casa el día de hoy. Un amigo cumple su quinto aniversario de casado y estaba algo curioso respecto a qué especie de flor debería regalarle a su esposa…
      Erika: – Jun no está en estos momentos… Se fue al parque Midori con una amiga… Si quiere puede ubicarlo en el celular"
      Dale flaca, en serio?? VOS TAMBIÉN LABURÁS EN LA FLORERIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIA. DECILE VOS LA FLOR Y LE CAGÁS EL CHAMUYOOOOOO!!! –facepalm-
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      OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOH terminé el primer capítulooooooooooooooooooo.
      Mañana leo el segundo... y miro un poco de last friends ._. me dieron MUCHAS ganas de verlo de nuevo

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    2. Gracias por leeeeer~ ^u^
      Aunque siempre empiece respondiendo así, siempre me gusta recibir y responder comentarios :D aunque responda cuando me acuerde xDU

      "En varias partes porque según el blog paso el máximo de caracteres XD"
      A la mierda... Ni enterada yo que había un máximo de caracteres .__.

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      "Mataste al pobre nene de la calle T_T"
      Bueno, che, Jun y Sousuke se tenían que acercar de alguna forma :v
      Y MUCHO

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      "No supo por qué??? PORQUE ES GAAAAAAAAAAY, Y EL OTRO TIENE CARA DE PASIVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA jojoooojjoojo "
      Exacto -w- Hablando de cara de pasiva... Te tengo que hacer ver Cinderella ni naritai... si es que ya no la viste xD

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      "Y así es como nació la sesión de fotos de Annan XDDDDDD"
      JAJAJAJAJJAJAJAJAJA

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      "Porque si le daba una palmadita en las nalgas quedaba para el ortooooooooooo XD y ni hablar de bultear!! -no no no-"
      Como que no daba frente a Erika xD
      Pero el "acariciando los cabellos del menor", ¿no parece se perro? xD Y, de todos modos, ¿no es RARO que un tipo que recién conocen ambos ya lo ante toqueteando tanto? xD

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      "encima que el otro lo caga a bifes la mina le hace bulying"
      *se retuerce de risa en el frío piso por lo del bullying xD*

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      "jajajja putito picarón!!!!"
      JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¡¡Y PASIVA!! xD ¡No te olvides del pasiva! xD

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      "'Creo que puedo entender por qué le gustaba tanto este lugar' claaaaaaaaaaaaaaro. DUDO seriamente que Takeru quisiera CHUPARLE EL PITO A JUN u.u"
      ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! Y... No sé, ¿eh? xD ¿Quién sabe...?

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      "Cuando decías estudiante pensé que hablabas de universidad ._."
      Nop, en Yasuko to Kenji están en no-me-acuerdo-qué-año-oh-qué-mal-voy-a-tener-que-volver-a-verlo :v de secundaria alta... creo xD

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      "-APLAUDE- T.T haaarmoso!!!"
      Ahí debió haber estado de fondo la foca gritando: "GAAAYYYYYYYYYYYYY~~" xD

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      "O_______O no la sintió????????"
      JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAA, eso seguro que no xD

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      "te ZARPAS. Escribís como un flaco acaba dentro de otro flaco ENCIMA menor, y en el mismo párrafo tirás lo de las hojas tiritandoooooooo jajajajajajjajajajaja"
      Hay que mezclar lo guaso con la metáfora xD Así se crearon los piropos de albañil xDDD (?

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      "elegí el momento ideal para leerlo! ♥"
      Igual, me basé más en nuestro otoño feo que en el ponja .-. Realmente no sé allá será tan así xD

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      "WHAT?? antes no le hablaba de usted.. ._. o si??"
      Debería hablarle así en una gran parte de los episodios... O al menos frente a su familia (a la de Jun)

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      "Esa última frase " Levantó su vista para ver al hombre que se erguía frente a él".... seeeeeeeeh... OBVIAMANTE ESTO ES LO QUE SE ME VINO A LA MENTE https://idadaldal.files.wordpress.com/2008/05/lastfriends01.jpg"
      SEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHASKDJGHKSAHDHASKJDHKAJSHKDJBSZ,MCBBXC,BXCM,BXNC,MNDKFHSDFKHSDKFHKSDJ *tose* Perdón, me ahogué xD

      --------------------------

      "Mi viiiiida, como lo cagó a paloooo T_______________T"
      :v

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      "Dale flaca, en serio?? VOS TAMBIÉN LABURÁS EN LA FLORERIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIA. DECILE VOS LA FLOR Y LE CAGÁS EL CHAMUYOOOOOO!!! –facepalm-"
      PERO EL QUERÍA HABLAR CON JUNJUN xD

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      "Mañana leo el segundo... y miro un poco de last friends ._. me dieron MUCHAS ganas de verlo de nuevo"
      A mí también después de TL xD pero ahora... Voy a ver Yasuko to Kenji~ (por favor, notá la hora en que publico esta respuesta... xDDDDDDDD)

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    3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    4. Jun tiene o 17 o 18 años, no me acuerdo si más adelante lo menciona igual en el fic :3

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    5. "Gracias por leeeeer~ ^u^"
      De nada!!! me encanta leer y comentar ;)
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      "A la mierda... Ni enterada yo que había un máximo de caracteres .__. "
      Acá está, dice: "Su HTML no es aceptable: Debe contener como máximo 4.096 caracteres"

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      "Hablando de cara de pasiva... Te tengo que hacer ver Cinderella ni naritai... si es que ya no la viste xD"
      Jodeme que Tatsu quiere ser cenicienta XDDDDDDD
      Nop, todavía no la vi

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      "Pero el "acariciando los cabellos del menor", ¿no parece se perro? xD Y, de todos modos, ¿no es RARO que un tipo que recién conocen ambos ya lo ante toqueteando tanto? xD"
      mmmmm, no me sonó a perro *piensa* Lo sentí como cariño real ♥ Y sí, demasiado toqueteo para unos desconocidos :O
      Además, cómo sabían q no mentía Sosuke?? Mirá si él había matado al nene!!!!!!!!!!!!! .________.
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      "jajajja putito picarón!!!!
      JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¡¡Y PASIVA!! xD ¡No te olvides del pasiva! xD"

      jajajajajajaja siempre, el pasiva siempre acompaña todo XDDDDDDDDD

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      "Cuando decías estudiante pensé que hablabas de universidad ._.
      Nop, en Yasuko to Kenji están en no-me-acuerdo-qué-año-oh-qué-mal-voy-a-tener-que-volver-a-verlo :v de secundaria alta... creo xD"

      Siiii, después caí que en el video que me pasaste, así como en las imágenes que subiste acá, está con uniforme de colegio XD

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      "-APLAUDE- T.T haaarmoso!!!"
      Ahí debió haber estado de fondo la foca gritando: "GAAAYYYYYYYYYYYYY~~" xD


      No no, mejor la de SUPER ULTRA MEGA GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY XDDD
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      "O_______O no la sintió????????"
      JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAA, eso seguro que no xD

      MAL!! pensaba lo mismo ._.
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      "Hay que mezclar lo guaso con la metáfora xD Así se crearon los piropos de albañil xDDD (?"

      jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajjajajajajajajajajajaja zarpadaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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      "Esa última frase " Levantó su vista para ver al hombre que se erguía frente a él".... seeeeeeeeh... OBVIAMANTE ESTO ES LO QUE SE ME VINO A LA MENTE https://idadaldal.files.wordpress.com/2008/05/lastfriends01.jpg"
      SEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHASKDJGHKSAHDHASKJDHKAJSHKDJBSZ,MCBBXC,BXCM,BXNC,MNDKFHSDFKHSDKFHKSDJ *tose* Perdón, me ahogué xD


      JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAJJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJJAJAJA te ahogasteeeeeeeeeeeeeee XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
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      "Mi viiiiida, como lo cagó a paloooo T_______________T
      :v "

      YEGUA T_T

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      "PERO EL QUERÍA HABLAR CON JUNJUN xD" Sí! el quería eso, pero la hermana una boluda terrible

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      A mí también después de TL xD pero ahora... Voy a ver Yasuko to Kenji~ (por favor, notá la hora en que publico esta respuesta... xDDDDDDDD)

      jajajaj yo ayer vi partes del primer cap de Last friends XDDD

      Al mediodía!!!!!!!!!!!!!! :O

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    6. "me encanta leer y comentar ;)"
      Y a mí leer tus comentarios :D aunque tarde en responderlos -___- Me toma el mismo tiempo que releer mis fics para subirlos e___e'

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      "Acá está, dice: 'Su HTML no es aceptable: Debe contener como máximo 4.096 caracteres'"
      wwwwwww... ¿No puede tener un número redondo? xD ¿4000 o 4100? xDDD

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      "Jodeme que Tatsu quiere ser cenicienta XDDDDDDD"
      No exactamente xD Hay un tipo feo pero bonachón que quiere ser como el sexy idol de la hamburguesería donde labura, que es el personaje de Tatsu :P y por cosas de la vida el tipo este se cruza con un científico loco que hizo una pócima de los deseos...Ya te imaginarás como termina xD

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      "jajajaj yo ayer vi partes del primer cap de Last friends XDDD"
      ¿Por qué será que no me sorprende? :v

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      "Al mediodía!!!!!!!!!!!!!! :O"
      Séh xD Que nadie se entere xDDDDDDD

      Eliminar
    7. Tardaste mucho en responder cheee :(
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      "Acá está, dice: 'Su HTML no es aceptable: Debe contener como máximo 4.096 caracteres
      wwwwwww... ¿No puede tener un número redondo? xD ¿4000 o 4100? xDDD"

      SEEEH!!! es absurdo ese número!!!
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      "Hay un tipo feo pero bonachón que quiere ser como el sexy idol de la hamburguesería donde labura, que es el personaje de Tatsu :P y por cosas de la vida el tipo este se cruza con un científico loco que hizo una pócima de los deseos...Ya te imaginarás como termina xD"

      Ajam, con Tatsu pidiendole que lo convierta en mujer (bue, del todo XD)

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      AMO last friends, y de hecho desde el año pasado que tengo MUCHAS ganas de verlo de nuevooo jojojoj
      Fucking Ryo ♥
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      jajajajajajja le decís que justo no había gente y lestooo XD

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