[Oneshot] Girls' trouble

Tengo sueño Dx
KAT-TUN - Keep the faith
En casa~



Ciaossu~!!
Hoy es un día muy especial para mí porque es el cumpleaños de una persona muy especial para mí y a quien conocí hace... ¿cinco años...? Por ahí xD (soy malísima recordando fechas, lo reconozco)
Mi querida Culebra, como no tengo money como para pegarme una escapada y verla, le dejo un humilde regalito cuya trama se me ocurrió viendo PVs xDDDDDDDDDDD
Espero que le guste :3

Enjoy~ ♥

Título: Girls' trouble.
Fandom: Johnny's.
Pairing: Nishikido Ryo x Tegoshi Yuuko & Nishikido Ryo x Okura Tadami.
Formato: Oneshot.
Género: Romance.
Rating: G.
Cantidad de palabras: 2152.
Resumen: Ryo reta a Tadayoshi a que demuestre que puede ser más mujer de lo que es Yuya vestido de mujer, pero esto sólo va a generar que demuestre todo lo contrario.


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Girls' trouble

Después del lanzamiento de su último sencillo y la grabación de su drama semanal, la vida de Nishikido Ryo se resumía en encontrarse con sus compañeros de grupo para alguna que otra sesión fotográfica y entrevistas, y ese día no había sido la excepción. 
Le llamó la atención la risita de unas mujeres cargando toallas y batas de baño, quienes decían entre sí que alguien o algo era lindo. Curioso, el morocho las siguió, entrando a un estudio de filmación, donde sonaba una música desconocida para él pero con unas voces totalmente familiares. Sonrió al reconocerlas. Hasta llegó a sentir un leve ardor sobre sus mejillas. Hacía mucho que no los escuchaba, y hacerlo de ese modo, lo hizo sentirse bien.
A lo lejos, vio a Keiichiro ayudando a Yuya a salir de una improvisada piscina colocada en medio del lugar. Una de las mujeres que había visto en los pasillos, le estaba entregando una bata al rubio, cuyos ojos se posaron sobre él, esbozando una alegre sonrisa al verlo allí. Ryo le respondió del mismo modo, junto con una leve reverencia. Cuando estaba por salir de la piscina, Yuya se tropezó, pero Keiichiro lo ayudó a no terminar cayendo al suelo, sosteniendo su cuerpo con sus brazos.
— Cuidado, Tegoshi — Le dijo el mayor.
— Perdón — Dijo el rubio, aún riendo.

— Así que aquí estás, Ryo-chan — La voz de uno de sus actuales compañeros de grupo hizo que Ryo se girara apenas para mirarlo.
— Ah, Okura...
— ¿Vamos? — Le preguntó el muchacho, recibiendo por respuesta un movimiento afirmativo de cabeza y la salida de Ryo del lugar.
Momentáneamente, las miradas de Tadayoshi y Yuya se encontraron. El primero giró la cabeza, ofendido, antes de irse.
— ¿Qué miras? ¿Sucede algo? — Le preguntó Keiichiro a Yuya, quien se había quedado sorprendido por la actitud del segundo muchacho de Osaka que había entrado al estudio.
— No... No. No sucede nada — Respondió el aludido, sintiéndose su enfado en la segunda frase.

La vida de Nishikido Ryo se resumía en encontrarse con sus compañeros de grupo para alguna que otra sesión fotográfica y entrevistas, y ese día no había sido la excepción. Tadayoshi estaba filmando escenas de su nuevo drama, vestido como mujer. Recordando las épocas en la que junto con el resto de sus compañeros filmaban como un grupo de mujeres de la región de Osaka, Ryo se la pasó diciéndole Tadami durante toda la grabación. Al finalizar la filmación, el muchacho se había ofrecido para llevar su vestuario a la empresa al día siguiente, por lo que debió cargar con el mismo hasta llegar al automóvil de Ryo, quien se encargó de llevarlo a su casa.
El trayecto a la misma estaba siendo tranquilo. El vehículo se detuvo frente a un semáforo en rojo, Ryo apoyó su cabeza sobre su mano, y se quedó mirando la gente que caminaba de un lado a otro sobre la acera. De repente, un andar muy particular llamó su atención. Se sonrió de lado y volvió a su posición original, antes de llamarlo en voz alta.
— ¡Tego! ¡Tegoshi! — Le gritó, siguiéndolo a velocidad baja, una vez el semáforo volvió a teñirse de un color verde, dándole el paso. Dentro del automóvil, Tadayoshi bufaba.
Yuya, siendo llamado, miró para todos lados, encontrándose con aquella sonrisa que tanto hacía suspirar a sus fanáticas. Instantáneamente, saltó al lado del vehículo, una vez Ryo estacionó al lado del cordón de la vereda.
— Ryo-chan, ¿cómo... estás...? — Su brillante sonrisa se esfumó por completo al ver a Tadayoshi sentado en el asiento del acompañante.
— Bien, ¿y tú? Estuve esperando a que Okura terminara de filmar unas escenas de su nuevo drama. Me hizo acordar a ti — Sin importarle que Yuya lo viera, Tadayoshi fulminó a Ryo con la vista —. Se vistió de mujer y toda la cosa.
— Pero..., seguro que yo puedo hacerlo mejor — Alegó el rubio.
— Eso quisieras — Murmuró Tadayoshi, desde dentro del automóvil.
— ¿Eh...? ¿Eso es un desafío? — Preguntó Ryo, quien sí llegó a oírlo —. Oye, tenemos la ropa que usó Okura hoy, pero... Nos faltaría algo para ti — Dijo el morocho, apoyando sus brazos sobre la ventanilla baja del auto y su mentón encima de ellos.
— No te preocupes, yo lo consigo — Dijo Yuya, sacando su teléfono celular para hacer una llamada.
— Perfecto — Sonrió Ryo.
— ¿Dónde nos encontramos? — Preguntó el rubio.
— Te espero en — Respondió el aludido, volviendo hacía dentro del vehículo para sacar un papel y un bolígrafo de la guantera y anotar una dirección  —... Te espero aquí, en media hora, ¿está bien?
— Está bien — Dijo Yuya —. Nos vemos, Tadako-chan — Agregó, mencionando el sufijo con furia.
— Es Tadami — Aclaró Ryo.
— Ah, como sea — Dijo el rubio, antes de irse.
— Será interesante, ¿no lo crees? — Preguntó Ryo, volviendo a meterse entre el mar de autos que iban por su misma calle.
— Como siempre, haciendo cosas sin consultarle a los demás — Bufó Tadayoshi.
— Vamos... Será sólo una noche.
— Sé por qué quieres hacer eso.
— En estos momentos, sólo pienso en qué voy a pedir en el restorán. Me muero de hambre.
— Sí... Claro...

Después de que Tadayoshi se cambiara en un estacionamiento cercano y se pintara con el maquillaje que Ryo había ido a comprar, sólo restaba esperar a Yuya frente al restorán.
— Buenas noches.
Al girarse el dúo, vieron a una rubia muchacha que los observaba. Llevaba un vestido rosa pálido hasta la altura de las rodillas. Parte de su torso y espalda estaban cubiertas con una tela de gasa del mismo color, mientras que su pecho y la parte final del vestido estaban decorado con un hermoso encaje. Sus pies estaban cubiertos por unas botas cortas color ocre y entre sus manos llevaba un pequeño bolso cubierto por flores de gasa de color blanco.
— ¿Tegoshi....? —Preguntó Ryo, al borde de la carcajada.
— Yuuko. Mi nombre es Yuuko, Ryo-chan — Dijo el aludido, aferrándose al brazo del morocho, mirando en forma desafiante a quien respondía al nombre de Tadami, quien hizo lo mismo con el brazo libre del muchacho.
— ¿Entramos, Ryo-chan? — Preguntó Tadami.
— En... Entremos — Respondió el aludido, sin saber si reírse a carcajadas y salir corriendo del lugar o seguirle la corriente a aquellas dos mujeres.
La reserva en el lugar fue previamente hecha por Ryo, así que lo único que debían hacer era cruzar por todo el lugar y subir unas escaleras hasta llegar al sector VIP.  Ryo estaba pasando desapercibido, pero sus acompañantes no tuvieron la misma suerte. Todas las miradas se posaban sobre ambas.
Una vez llegaron al salón apartado para ellos, fueron acompañados todo el trayecto de un mozo, quien abrió la puerta y se quedó del lado de afuera, volviéndose al trío.
— Señoritas — Dijo, llamando la atención de Tadami y Yuuko para que entraran al salón.
— Muchas gracias — Dijo Yuuko, con una amplia sonrisa.
— Qué amable — Agradeció Tadami, con mayor compostura que su compañera.
— Gracias — Dijo Ryo, dándole unos cuantos billetes al mozo a modo de propina.
— En unos momentos vendrá un compañero con el menú. Que lo disfruten.
Ryo le dedicó una reverencia. “Con lo que me está costando esto, más vale que lo voy a disfrutar”, pensó el morocho, entrando al salón y cerrando la puerta a su paso. Apenas Yuuko se dio cuenta de ello, entró a reírse a carcajadas.
— ¿Se dieron cuenta cómo nos miraban? — Preguntó, apoyando su cuerpo sobre el manto de la chimenea que adornaba el lugar. Ryo asintió con la cabeza, divertido, mientras que Tadami, le dedicó una sonrisa forzada, ocasionando que Yuuko frunciera el ceño. En ese momento, recordó una situación parecida hace unos meses atrás, pero al volver su vista a Ryo, lo vio con una sonrisa, corriendo hacia atrás una de las cuatro sillas que allí habían.
— ¿Se sienta, Yuuko-san? — Le preguntó a Yuuko. Sintiéndose ganadora, Yuuko le dedicó una mirada a Tadami, pero ella estaba perdida en las luces de los edificios que podían verse desde la ventana del lugar. Aún así, Yuuko sabía que los oídos de su rival siempre estaban captando sus acciones, sobre todo cuando estaba cerca de Ryo.
— Muchas gracias, Ryo-chan — Le agradeció, sentándose mientras el morocho acomodaba su silla. En la misma fracción de segundo que se dio cuenta que Tadami se giraba para prestarles atención, Yuuko tomó el rostro de Ryo con una mano y depositó un sonoro y largo beso sobre una de sus mejillas, sonriendo luego.
— ¿Y eso? — Preguntó el muchacho, sorprendido, pero sin perder su sonrisa.
— Fue en agradecimiento.
— Qué linda — Dijo Ryo. Cuando levantó su vista, vio a Tadami de pie detrás de la silla frente a la cual estaba sentada Yuuko —. ¡Ah! Lo siento — Dijo el morocho, rodeando la mesa para realizar con Tadami, la misma acción que había realizado con su otra compañera. A diferencia de su contraparte rubia, Tadami ni siquiera le dedicó una reverencia como forma de agradecimiento. A los pocos minutos el mozo llegó y pasaron una cena amena, en la que, aún con vestidos y tacos de por medio, hablaron de lo atareado de sus días laborales y sus planes para el futuro —. ¿Un poco más de vino, Yuuko-chan? — Le preguntó, una vez el mozo terminó de llevar los platos y dejaba en su lugar nuevamente el menú, por si se les ofrecía algún postre.
— No, por favor — Negó la rubia también con una de sus manos —. Discúlpenme un momento.
Yuuko salió del salón, lugar al cual entró el mozo segundos más tarde.
— ¿Van a pedir algo más? — Preguntó.
— Ah... Yuuko-chan recién salió, pero... creo que a ella le gustará algo de frutilla...
— Puedo ofrecerle un parfait de frutilla.
— Muy bien. Tadami-chan, ¿tú que quieres?
— Un crepe con helado — Respondió la aludida, sin muchos ánimos.
— Para mí, un helado de vainilla y chocolate. También — El mozo se volvió a Ryo —..., una botella de champagne, por favor.
— Enseguida.
Apenas el mozo se fue, Tadami se puso de pie y volvió frente al enorme ventanal para ver las luces de la ciudad.
— ¿Sucede algo? — Le preguntó Ryo —. Estás muy callado...
— No sucede nada.
Yuuko volvió riendo a carcajadas.
— ¿A ti qué te sucedió?
— Tuve que entrar al baño de mujeres...
— Qué suerte que traes vestido — Dijo Ryo —. Te pedí un postre con frutillas.
— Ah, lo siento. Pero tengo que volver a casa. El vino me está haciendo efecto.
— ¿Vas a volver solo?
— Sí, voy en taxi. Todavía recuerdo dónde queda mi casa.
— Está bien.
— Gracias por la invitación, Ryo-chan — Dijo Yuuko, siendo su cintura abrazada por el brazo del morocho —. La pasé muy bien — Agregó, dándole un beso sobre la mejilla. Volvió su vista hacia Tadami, pero ella ni se percató de esto. Yuuko sonrió, Ryo soltó su agarre y salió del lugar.
— Ese ventanal puede abrirse — Le dijo Ryo a Tadami, quien se volvió para mirarlo —. Podemos comer el postre allí si quieres.
— No, está bien — Dijo Tadami, sentándose en su lugar. El mozo volvió con los postres y la bebida que habían pedido.
Ryo se levantó con las dos copas de champagne y miró a su acompañante.
— Vamos afuera — Le pidió.
Bajo las luces de la calle y de las luminarias del propio restorán, Ryo le entregó su copa a Tadami.
— ¿Por qué vamos a brindar?
— Por nosotros.
— Sólo querías que viniera Tegoshi. Yo sólo fui una excusa — Dijo la morocha. Cuando quiso beber un poco del contenido de su copa, la mano de Ryo se lo impidió, encontrándose su mirada con la suya.
— En realidad..., fue al revés. Tegoshi fue una excusa para que estés conmigo — Reconoció, chocando su copa con la de su acompañante —. Por nosotros.
— Hubiera venido si me lo hubieras pedido... de una forma más normal.
— Soy egocéntrico, quería que me celaras un poco — Dijo el morocho, acerándose al barandal —. Y con Tego..., tus celos son infinitos — Sonrió.
— Es verdad — Reconoció Tadami, acercándose a él y apoyando su cabeza sobre su hombro —. Pero eso es porque te amo, Ryo-chan.
— Lo sé — Dijo el aludido, colando su mano por debajo de la peluca para hallar el cabello natural de Tadayoshi y acariciarlo suavemente —. Yo también te amo. Pero eso sí, ni se te ocurra hacerme algo como esto, porque te mato a ti y al sujeto que hayas elegido para este tipo de bromas.
— De acuerdo, de acuerdo — Accedió el aludido.

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Notas:
* Vestuario de Tegoshi:

Imagínenselo en rosa, che xD Y también las botas xD Me inspiré en la que siempre les pongo a mi Sucré en Corazón de melón (sí, yo también caí en ese juego xDDDDDDD)

* Parfait: tipo de postre helado francés. Es una combinación de helado y frutas dispuestas en copas alargadas en capas generalmente visibles.